La maternidad es compleja; no es algo innato, ni se repite exactamente igual con cada una de nuestras crías.
Es un amor sin límites, y por eso es terrible sentirlo, y más aún carecer de él.
Soy terriblemente afortunada por sentir este amor.
Lastimosamente son millones de casos donde peques sufren por esta carencia.
Y tristemente a las mujeres nos limitan las opciones: los anticonceptivos dejan grandes consecuencias a nuestros cuerpos y mentes; si buscamos métodos más definitivos como el salping, nos imponen la opinión del médico de turno AUNQUE sea en una clínica privada.
Y ni hablemos si descubrimos el embarazo y se decide conciente y juiciosamente que no es lo adecuado, se nos juzga cruelmente y estamos a merced de la suerte.
El aborto en Panamá, aunque teóricamente disponible en casos graves como riesgo de salud o abuso sexual, es difícil de aplicar por las trabas legales, no olvidemos las tragedias de forzar el parto a niñas de 10 años que tenían derecho al aborto y era su deseo.
Retomando la decisión de la esterilización femenina, la ley panameña indica que para acceder a ella gratuitamente en el sistema público se debe ser mayor a 23 y tener 2 hijos, así como una recomendación médica.
En la práctica, la recomendación es lo que te dificulta.
Conozco un caso de una chica de 25, 4to embarazo (3 con anticonceptivos), 3 hijos de menos de 5, una tristemente falleció, y le negaron 2 médicos la solicitud porque "aún eres joven y quizá te dejes con tu marido y el nuevo quiera más hijos" dijo una y el otro salió con la estupidez de "apenas tienes 2 hijos, la primera no vale (la que falleció)".
Recordemos, 23 años y 2 hijos son requisitos, los cumple, pide el proceso y se lo niegan doblemente...
Y no dudes, que si llegara a tener uno más luego de este, ah entonces es que "paren y paren sin pensar".